DERMATOSIS DEL PEZÓN
Mientras realizamos la exploración física de mamas, podemos encontrar afecciones dermatológicas comunes en el pezón, como el eccema atópico o la dermatitis de contacto. Por otro lado, las erosiones y grietas frecuentemente pueden ser colonizadas y sobreinfectadas por bacterias comunes en la piel y será necesario aplicar antibióticos locales.
Los hongos como Candida albicans también pueden sobreinfectar la piel y la candidiasis del pezón puede producir lactancia dolorosa y sensación de alfileres o cuchillos, dolor interno durante o posterior a las tomas, por lo que es necesario tratamiento con antifúngicos preferentemente tópico, en el pezón y en la boca del bebé.
MASTITIS
Es una inflamación localizada del pecho común entre las mujeres que amamantan, los síntomas pueden asociarse a fiebre, dolor y enrojecimiento locales, debes saber que puede ser de causa infecciosa o no, puede ocurrir en cualquier etapa de la lactancia, aunque es más frecuente en las primeras seis semanas posparto. Es bastante frecuente, y se encuentra entre el 10 y el 23% de las mujeres que consultan por dificultades con la lactancia materna, suele ser el resultado de algunos problemas del pecho que causan retención de leche o ingurgitación (regreso de la leche al tejido mamario). Si esto no se resuelve deja de ser un proceso inflamatorio y empieza a ser infeccioso por la colonización de bacterias, cualquier daño al pezón puede convertirlo en una puerta de entrada a infecciones.
MASTITIS INFLAMATORIA
Algunas personas lo llaman "fiebre de leche", este proceso inflamatorio se desencadena con el paso de factores inflamatorios en el tejido mamario, los signos clínicos clásicos son similares a los de la mastitis infecciosa, aunque la fiebre no suele ser alta.
MASTITIS INFECCIOSA
Lo más frecuente es que sea producida por una bacteria que coloniza la piel (Staphylococcus aureus) este suele ser el agente causal más frecuente en los casos de mastitis y absceso, aunque lo puede provocar cualquier tipo de microorganismos o puede ser una infección de distintos microorganismos.
Algunos factores de riesgo son: daño en el pezón, producción excesiva de leche, uso de pezoneras, así como uso de cremas. El cansancio y la malnutrición materna también son factores predisponentes. Si hay una puerta de entrada como grietas o persiste la acumulación de leche, el proceso inflamatorio se convierte en infeccioso, los síntomas son una zona enrojecida, caliente y sensible en alguna parte del pecho, por lo general limitada a un cuadrante de uno de los pechos, acompañada de fiebre > 38,5 °C, se suele acompañar de un "síndrome gripal", malestar, escalofríos y dolor muscular. Además de la zona roja y dolorosa, puede haber alguna adenopatía axilar (inflamación de los ganglios de la axila).
Es importante señalar que como parte del tratamiento se recomienda siempre continuar amamantando y hacerlo a menudo para asegurar el vaciado completo de las mamas, empezando por el pecho afectado (si el dolor interfiere con el reflejo de subida de la leche, empezar por el lado sano), recuerda siempre que ¡la leche no está infectada!, se debe corroborar que la técnica es correcta, se puede dar un masaje suave en la zona y completar con vaciado manual o mediante sacaleches.
ABSCESO MAMARIO
Es una colección de pus en el interior del tejido mamario, regularmente es secundario a una mastitis no resuelta, debes saber que es poco habitual, del 0.1 al 3% de las mastitis que fueron tratadas con antibiótico. La clínica es similar a la mastitis, con dolor del pecho y síntomas sistémicos como la fiebre pero se añade una tumoración móvil en el pecho muy dolorosa. Puede haber o no fiebre, enrojecimiento, calor o edema. Si no es tratado puede palidecer, necrosarse y formarse fístulas. El tratamiento va desde drenaje quirúrgico mediante incisión, aspiración y cobertura antibiótica según antibiogram y lo más importante se debe mantener la lactancia materna a menos que el orificio de drenaje esté muy cerca del pezón.
Así que ya lo sabes si tienes alguno de estos síntomas debes consultar a tu médico y lo más importante no suspender la lactancia.
Martínez Rubio, A, Galbe Sánchez-Ventura, J, & Esparza Olcina, MJ. (2017). Cuando amamantar duele. Pediatría Atención Primaria, 19(Supl. 26), 111-119. Recuperado en 07 de mayo de 2022, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322017000300015&lng=es&tlng=es.
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