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Mitos de la sexualidad


Foto tomada de la web
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La sexualidad ha estado siempre rodeada de mitos y tabúes que han desviado la atención de lo que realmente es y su importancia a la hora de constituirnos como seres sexuados.

Esto, unido a la ansiedad que provoca el desconocimiento, ha provocado más angustias y dificultades sexuales.


Quizá la pregunta que deberíamos hacernos con todo esto es ¿por qué nos ha avergonzado la sexualidad o se ha considerado reprochable? La sexualidad nos conforma y es parte de nuestra identidad, nos expresamos, relacionamos y amamos a través de ella. La sexualidad no es únicamente la expresión de una función biológica por y para la reproducción.


Los mitos han generado creencias populares que es bueno aclarar, para dar luz e información veraz, lejos del miedo.


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En este artículo les mostramos algunos de los mitos y creencias populares más famosos sobre la sexualidad:


1. “Existe una edad adecuada para perder la virginidad”


Este es uno de los mitos que todavía preocupa a la población más joven. Y no es un mito sólo porque no exista una edad límite para empezar a mantener relaciones sexuales, sino porque el concepto de la virginidad es erróneo en sí mismo. ¿Se es virgen si se ha tenido sexo oral pero no penetración, por ejemplo? Según esa regla, ¡muchas mujeres serían vírgenes toda su vida! Este es un concepto muy problemático que viene de otros mitos como el de concebir el sexo sólo como penetración, o por la desinformación sobre la anatomía del himen.


2. “El sexo tiene que ser espontáneo”


Es muy común pensar que las relaciones tienen que “surgir”. No comemos sólo cuando tenemos hambre ni dormimos cuando tenemos sueño, y el problema de pensar así sobre el sexo es que a no buscarle un hueco en nuestro día a día puede verse relegado a algo para lo que nunca encontramos el momento. Tener momentos concretos para las relaciones sexuales puede ser excitante, ya que generamos cierta expectación.


Además, al hablar sobre cuándo tenemos sexo estamos incluyendo un componente de consentimiento explícito que por desgracia no siempre está presente.


3. “Los hombres tienen más deseo que las mujeres”


La biología es sólo uno de los factores que influyen en nuestra sexualidad. Es cierto que la testosterona puede incrementar el deseo sexual, pero no olvidemos que todos los seres humanos tenemos testosterona y estrógenos en proporciones variables.


Este mito está muy influido por los roles sociales que se esperan en función del género, así, la “promiscuidad” está mal vista en las mujeres mientras que de los hombres se espera que “siempre estén dispuestos”.


4. “Los afrodisíacos aumentan el deseo”


Hoy en día no se ha encontrado ninguna sustancia que se pueda afirmar que incrementa directamente el deseo sexual. Hay sustancias que desinhiben, como el alcohol y otras drogas, pero que después perjudican a la respuesta sexual. Otros elementos pueden favorecer la circulación y mejorar la respuesta sexual, pero sin aumentar el deseo necesariamente. Por lo general, las personas que consumen alimentos y sustancias supuestamente afrodisíacas pueden experimentar mayor deseo por efecto placebo.


5. “El tamaño del pene importa”


La eterna pregunta… El hecho de que un pene mida más o menos centímetros no es relevante para el placer ya que la sensibilidad de la vagina y el ano no se encuentran en puntos muy profundos (en la vagina, por ejemplo, la mayor sensibilidad está en el tercio exterior). Entonces, ¿por qué hay personas que se fijan en el tamaño? Precisamente por el mito del tamaño hay personas que prefieren que el pene sea grande porque les causa una mayor excitación su apariencia, pero realmente las sensaciones sólo cambian si es demasiado pequeño (inferior a 8 cm en erección) o demasiado grande (ya que puede producir dolor).


6. “No tener orgasmos durante la penetración es un problema”


En parejas heterosexuales es una preocupación común. Sin embargo, la mayoría de las mujeres necesitan una estimulación directa del clítoris para alcanzar el orgasmo (y durante el coito la estimulación de este órgano suele ser indirecta).


7. “El sexo durante la menstruación es antihigiénico”


El contacto con la sangre menstrual en las relaciones no es fuente de infecciones o enfermedades. El cuerpo puede estar algo más sensible durante el periodo, pero si se usan las medidas de precaución habituales (higiene y uso de preservativo) es perfectamente seguro. ¡Incluso hay personas que sienten más deseo y placer durante estos días!


8. “Si tienes pareja no deberías masturbarte”


Hay personas que se sienten traicionadas si su pareja se masturba, ya que puede provocar inseguridades del tipo: “Si lo hace es porque no está satisfecha” o “Seguro que está pensando en otra”. Pues bien, la autoestimulación es sana y recomendable en todas las etapas de la vida. Autoexplorarse y darse placer permite conocer mejor el propio cuerpo y así disfrutar mejor de la sexualidad con y sin pareja.


9. “Los hombres tienen ganas siempre”


La idea de que a ellos les tiene que apetecer siempre, además de generar mucha presión, no es cierta. El deseo y la excitación de cualquier persona varía en función del ánimo, momento del día, estado físico, etc. Las variables del entorno y cómo nos encontramos, son fundamentales en cualquier persona para alcanzar la relajación suficiente que nos lleva a desear o excitarnos.


10. “No se pueden tener relaciones sexuales durante el embarazo”


La sexualidad en la mujer durante el embarazo sigue siendo parte de su vida. Tener relaciones sexuales durante el embarazo no genera problemas de gestación (a menos que el medico así lo indique), ya que la musculatura del útero y el líquido amniótico protege al bebé.


Puede ser un momento donde la relación sexual se libere de la necesidad de usar métodos anticonceptivos, si mantienes una relación de pareja estable y no temes enfermedades de transmisión sexual.


11. “Sin penetración no hay relación sexual”


La relación sexual es muy amplia y son muchos los estímulos que la conforman y enriquecen. Las caricias, besos, y demás formas de estimulación durante la relación son y conforman relaciones sexuales.


12. “Hay que probarlo todo para estar sexualmente liberada/o”


La sexualidad y erótica es algo íntimo y muy personal, y no tiene por qué gustarnos todo. Muchas personas creen que si no lo prueban todo no se han liberado sexualmente o tienen algún problema, y nada más lejos de la realidad, respetar nuestros gustos, así como los de la pareja, es lo importante para una sexualidad sana, sin presiones ni “deberías”.


13. “Se debe alcanzar el orgasmo simultáneo para tener una buena relación sexual”


Durante la relación sexual es normal que cada uno lleve su ritmo, y no es necesario esperar para que la relación sea satisfactoria. Esta idea puede además generar bastante presión y generar ansiedad, dificultando los encuentros sexuales debido a que elevamos las expectativas.


Finalmente tener un lenguaje claro a la sexualidad, lejos de mitos y tabúes supersticiosos, es la base de una buena educación sexual, donde la claridad, la transparencia, la ciencia y las emociones, nos permitirán vivir nuestra sexualidad de una forma sana y natural.


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