Los azúcares son la forma más simple de los hidratos de carbono y que poseen sabor dulce, la glucosa, fructosa, sacarosa, maltosa y lactosa se encuentran de forma natural en los alimentos, los cuatro primeros en frutas, verduras y hortalizas principalmente; la lactosa es el azúcar de la leche.
La industria alimentaria utiliza estos compuestos en la elaboración de productos de confitería, bebidas, conservas de fruta, bollería y pastelería. Los más utilizados son: sacarosa o azúcar común, que se obtiene de la caña de azúcar y de la remolacha; glucosa que se obtiene por hidrólisis del almidón de maíz, trigo, papa y arroz o jarabes de glucosa, obtenidos por hidrólisis parcial del almidón. Si se quiere elaborar alimentos con menor valor calórico y mantener las propiedades tecnológicas de los azúcares se utilizan los polialcoholes (sorbitol, manitol, xilitol, entre otros), además existen edulcorantes, los cuales no contienen energía, pero son sintéticos y de dulzor intenso (sacarina, aspartamo como más utilizados, actualmente relacionados con cambios en la microbiota intestinal si se consumen en exceso).
La función principal de los azúcares en nuestro organismo es la de proporcionar energía, 3,7-4 kcal/gr, sin embargo dada su característica de sabor agradable podría elevar la probabilidad de que los alimentos dulces se elijan para su consumo y más si se inicia a edades tempranas. El consumo en exceso está relacionado a la diabetes, dislipidemia, obesidad, enfermedades cardiovasculares y caries.
A partir de 2015, la Organización Mundial de la Salud recomienda reducir el azúcar agregado a menos del 5% de la ingesta calórica diaria, que equivale a unos 25 gramos (aproximadamente 6 cucharadas de café) de azúcar al día para un adulto con un índice de masa corporal normal para reducir el riesgo de aumento de peso y obesidad, preferiblemente evitar o disminuir el consumo de cualquier producto empaquetado rico en estos ingredientes. Hay estudios que asocian el consumo elevado de azúcares con una respuesta neurológica similar al que producen algunas drogas, por ello que se vuelve difícil dejar de consumirlas, debido a que son también un ingrediente importante para los productos industrializados se han creado etiquetados para advertir a la población de la cantidad que ellos contienen.
Recuerda que informarte que cantidad es aceptable, al igual que llevar una alimentación más saludable es el camino para reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Además, reducir el consumo de bebidas azucaradas, puedes guiarte en la referencia de la jarra del buen beber para la población mexicana.
Como se menciona al inicio, hay azúcares que se encuentran en forma natural en frutas, verduras y en la leche, ya que además de contener energía, son ricos en vitaminas y minerales, prefiere éstos alimentos sobre los productos con etiquetas.
Siempre mantén tu salud como prioridad, ante cualquier indicio y síntomas físicos acude con un especialista.
Puedes obtener más información sobre los azúcares en:
Freeman CR, et al. El impacto del azúcar en el cuerpo, cerebro y comportamiento. Front Biosci (Landmark Ed). 2018 Jun 1;23:2255-2266. PMID: 29772560.
FernandoManzur-Jattin, et al. Impacto del uso de edulcorantes no calóricos en la salud cardiometabólica. Revista Colombiana de Cardiología. Volume 27, Issue 2, March–April 2020, Pages 103-108
Hernández Rodríguez M, Sastre Gallego A (eds.). Tratado de nutrición. Ed. Díaz de Santos. Madrid, 1999.
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